Lo que en un principio se visualizó como un ala pequeña de la industria deportiva, se ha convertido en un negocio independiente y que año a año crece exponencialmente. Los famosos Esports, competencias de videojuegos en diferentes plataformas, van camino a producir más de 1.5 mil millones de dólares para 2023. Y su marca podría unirse temprano a ese portaviones.
El ascenso de herramientas como Twitch, el streaming y otros servicios digitales han popularizado lo que hasta hace poco era una industria nicho, con una comunidad hiper-fanática pero alejada de la audiencia promedio. Sin embargo, hoy hay 450 millones de personas que se conectan como audiencia de los e-Sports y se espera que para 2023 sean 650 de espectadores.
La fiebre por conectarse y ver personas jugando lo que solía ser entretenimiento entre amigos, amenaza con crear un nuevo repositorio donde las marcas más famosas tengan otra vía de salida para posicionar su nombre e imagen.
La tendencia es clara. Como resultado de su crecimiento sostenido, el número de inversiones de “Ventura capital” en la industria se ha duplicado según Deloitte. Entre 2017 y 2018 el crecimiento en dinero total invertido fue meteórico: de 490 millones de dólares a 4.5 mil millones.
Aunque la naturaleza digital de los Esports borra fronteras para los jugadores, la industria sí que tiene unos mercados desarrollados: Asia, Europa y Norteamérica. Entre las tres regiones suman el 85% de los ingresos.
América Latina es el siguiente gran mercado a explotar. Es el de mayor proyección de crecimiento, con estimaciones de hasta 42 millones de dólares en ganancias para 2023 según PwC. El futuro apunta a un desarrollo globalizado también.